Carlos Manuel Uribe Lalinde es presidente de Flores El Capiro, empresa que se encarga de comercializar flores de corte para exportación. Tiene 52 años, es casado, con dos hijos y vive en El Poblado. Es un hombre serio, amable y trabajador y es consciente de la importancia de pagar los impuestos a tiempo, “porque es un deber de todos los ciudadanos hacerlo, porque es la única forma de ver progresar a la ciudad y porque estas no tienen de qué más vivir”.
Con pleno convencimiento asegura que si los impuestos son utilizados correcta y oportunamente eso se ve reflejado en obras de infraestructura, en salud, en subsidios, en educación y en muchas cosas para el beneficio de la gente y por eso invita a la ciudadanía a que pague a tiempo las obligaciones tributarias y se someta a los descuentos que hay a la hora de cancelarlas.
También es consciente de que a mucha gente le da miedo pagar estos tributos porque se cree que se los van a robar, pero afirma con serenidad, pero con firmeza que: “uno tiene que tener confianza con las administraciones de que las cosas se van a hacer bien, porque es muy fácil para un empresario o para quien trabaja con uno o para quien vive en la ciudad, darse cuenta si ha progresado su barrio, si las obras se hacen a tiempo, si la ciudad está más limpia, si el tráfico fluye y todo eso se logra es con obras nuevas”.
El pago de obras con impuestos
Al llegar a este punto, Carlos Manuel nos cuenta que inclusive en su empresa son tan optimistas con el pago oportuno de estos gravámenes, que allí pagan obras con impuestos y aclara: “eso quiere decir que el impuesto que se va a girar a la Nación lo ejecutamos en una obra que beneficie el área donde viven nuestros trabajadores, como por ejemplo: construimos una acera o se dota una escuela de utensilios o de instrumentos musicales o cosas así. Es que el tema de los impuestos ya está inventado, lo que hay es que tenerle fe y pagarlos oportunamente o si no, ¿cómo se va a mover la economía de este país?”, dice arqueando sus cejas.
Frente a las amnistías que se brindan a quienes no pagan en las fechas establecidas, este empresario manifiesta estar de acuerdo con que se brinde esta alternativa a la gente que no puede pagar, porque hay personas que tienen algún problema en la vida y eso puede pasar, “pero no estoy de acuerdo con que la gente que sí puede pagar, siempre espere la amnistía; eso así no funciona”, concluye.
Carlos Manuel hace parte de ese gran número de personas, que tanto como individuos o como empresarios, sienten pasión por lo que hacen y un gran amor por Medellín, por la ciudad que lo vio crecer y en donde están sus alegrías, su familia y todo lo que le da sentido a su existencia.
Personas como él, que se preocupan por el bienestar de la ciudad y de las personas que le rodean y que cumplen sagradamente sus obligaciones tributarias, son las que hacen que Medellín cada vez avance más y se consolide como una urbe que ofrece oportunidades de una mejor calidad de vida a las personas que aquí habitan.
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